Hace
casi una década incursioné en el periodismo cultural digital. Los
espacios iban acotándose en el diarismo, los suplementos culturales
estaban saturados y, encontré en la web, el mecanismo idóneo para
decir lo que quería decir con la extensión que requiriera el texto
sin estar contando caracteres o guardando versiones. Por diversas
razones personales, aquel espacio, “Entreversiones”, aunque
virtual, fue postergado. La vida me exigía voltear a espacios más
terrenos.
Ahora,
con Mujegrafías, más allá de modas y momentos, busco tanto
recuperar aquel trabajo periodístico de voz y escritura de las
mujeres, al tiempo que lo nutro de mis conversaciones y lecturas
actuales, pues mucho se habla de la escritura de las mujeres, de la
literatura con perspectiva de género, la literatura con altas y
bajas, pero, de continuo, me topo con que nos leemos poco, incluso
entre nosotras. Mis gustos son variados. Eclécticos, dispares. Tanto
al momento de leer, como al de escribir. Ya no digamos cuando se
trata de editar. Y tengo mis obsesiones. Mis preferencias. ¿Quién
no?
Adriana Bernal, escritora