El proceso de escritura, las horas que un creador de la palabra pasa frente a sí mismo vaciando palabras ya sea al papel o a la computadora son un continuo y eterno viaje hacia sí mismo y su contexto tanto personal como social. Zoé Valdés (La Habana, 1959) ha ido conformando desde hace muchos años, tanto en prosa como verso ese diario de viaje donde las raíces, los dolores, la infancia y el exilio han permeado su letra de sentimiento y estilo.
En su más reciente
novela, La eternidad del instante (Plaza y Janés, 2005), ganadora del III
Premio de Novela Ciudad de Torrevieja, Zoé Valdés, rinde homenaje no sólo a la
pasión creadora sino a su abuelo, chino
de origen, quien llegara a Cuba como esclavo y cuya única oportunidad de
“decir” estaba, precisamente en los diarios de vida que tenían como
destinatario su mujer: “El misterio acompaña a los seres humanos en todos los
caminos, es el misterio lo que nos guía, incluido el sexo y sus consecuencias.
Cuando más desorientados creemos que nos hallamos, el misterio nos alumbra el
camino”.
Un viaje interior,
amoroso que, guiado por la prosa poética de Valdés impregna al lector de
melancolía, invitándolo a mirar los rituales de la pasión humana, de la
ternura, mientras la ficción plumífera de la autora traduce en paisajes los
sentimientos: “Cuando el padre se alejó, la mañana olía a brisa lluviosa;
cabalgaba con la espalda erecta encima de Zafiro, el caballo, el amigo, que su
hijo puso a su disposición con la esperanza de que ambos, hombre y animal, se
ayudaran mutuamente en la incierta travesía”.
Sueños de anacoreta. Teatralidad cotidiana
en dos escenarios: China y Cuba pasando por Campeche. Un solo viaje en busca de
aquél padre que un día emigró para buscar fortuna, para lograr ser un gran
cantante de ópera. ¿Cómo encontrarlo? Mo Ying, el joven, sigue el camino, a la
inversa, de la ruta de la seda. Ahora se llama Maximiliano Megía. El abandono
le hace sufrir, reinventarse para entonces, iniciar el verdadero viaje, el
descubrimiento de nuevos mundos y culturas. Los cuestionamientos místicos, la búsqueda
del arte del amor, del amor al arte, hasta llegar a la aventura en que se
descubre al yo, en el que se ha desgranado a la identidad para hallar, que la
vida misma es un instante.
VALDÉS, ZOÉ, La
eternidad del instante. Plaza y Janés, México, 2005. 345pp.
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